Fuente: La Nación – La diseñadora Liv Marian Tendlarz registró qué huesos y músculos del pie izquierdo de Messi se ponían en juego en los mejores partidos
Es argentina, cursa el máster de Materiales Futuros en Londres y desarrolló una tesis que surgió de su pasión por el fútbol: analizó todos los goles de Messi para determinar, algoritmo mediante, qué huesos y músculos del pie izquierdo usa el crack cada vez que patea al arco. El trabajo trascendió la Universidad de las Artes de Londres y se convirtió en un par de botines especiales que ayudarían desde la tecnología a captar un poco del talento de la Pulga.
El proyecto formó parte del Laboratorio de futuros de BASE Milán, un semillero de talentos de las academias de diseño más prestigiosas de Europa. Liv Marian Tendlarz, 24 años, presentó un altar que atesora memorabilia del mejor jugador del mundo. Y fue furor. Con diarios del día de Argentina campeón, estampitas, bocetos del botín, camisetas de fútbol y velas prendidas el contenedor de emociones se pudo ver durante la Semana de Diseño de Milán, en el marco de la expo We Will Design (Diseñaremos).
Todo empezó durante la montaña rusa emocional que atravesó a los argentinos durante el Mundial 2022. Liv se sentía sola y extrañaba. Un poco las milanesas, otro poco las medialunas. Pero lo que a la estudiante de diseño de indumentaria de la Central Saint Martins de Londres más le estrujaba el pecho era “ese sentimientoooo no puedo paraaar”.
Solo podía compartirlo a la distancia o por redes sociales. A medida que avanzaba el campeonato, a Liv se le encendía la pasión futbolera. La misma que la salvó de la soledad, “en una ciudad bastante solitaria”, esa que latió fuerte en cada bar londinense donde la peregrinación de argentinos y argentinas se transformaba en ritual frente a la pantalla de TV.
Las cábalas, los abrazos y gritos de gol la acercaron un poquito a Buenos Aires. Liv vivió en el barrio de Belgrano con su familia hasta que a los 18 años viajó a estudiar diseño de indumentaria a París. La emoción fue inspiración pura. “Cada vez que Messi agarraba la pelota, pateaba o la acariciaba sentía cómo impactaban sus movimientos. Esa coreografía precisa y genial fue clave. A todo el mundo le gustaría jugar como él o, al menos, estar bajo su piel”, comenta Liv desde la Universidad, en el municipio de Holborn, a 5 minutos del Museo Británico.
La tesis que lleva el título Under his skin (bajo su piel) registra con obsesión serial qué huesos y músculos del pie izquierdo más famoso del mundo se ponen en juego. “Analicé con inteligencia artificial cada movimiento con la idea de llevar al mundo de la moda la genialidad del mejor jugador de la tierra”, comenta Liv, que en Buenos Aires cursó en las escuelas ORT, Buenos Aires High School y Lincoln. Además, un año en la Universidad de Palermo, hasta que completó sus estudios universitarios en la prestigiosa ESMOD Fashion Design, la Escuela de Moda de París.
“Utilicé el programa Blender, que me permitió acceder a las fotos del pie en modelo 3D. Como es multiplataforma y permite modelar, iluminar y renderizar pude crear gráficos y composiciones digitales para configurar a un entrenador digital que mejore la performance de cualquier jugador”, explica.
Para diseñar el prototipo del botín priorizó los resultados de la investigación: Messi activa los huesos cuneiformes, los metatarsales, el tibial anterior y su tendón, el músculo extensor largo del dedo gordo y de los dedos en general y la parte interna del pie, según su análisis. “Además realicé una encuesta entre fanáticos. Y los resultados indicaron que más que abrazarlo la mayoría quiere tener su talento, patear como él”, señala Liv, nombre de origen noruego que eligió su mamá por la actriz Liv Tyler. “Fue la primera vez que en un registro civil argentino permitieron el uso de este nombre. Marian es un homenaje a la princesa de Robin Hood, Maid Marian. Y ambos nombres me vinieron bárbaro en Europa”, reconoce la estudiante que el mes que viene presentará al botín en un gran show de final de curso.
Allí también llevará los objetos que mostró en Milán, los banderines, las camisetas y los videos con las jugadas previas a los 11 goles que hizo Messi durante la Copa del Mundo. Jugadas magistrales que además le valieron el Balón de Oro y el premio al Mejor Jugador. El altar por el que el público hacía cola en la sede de BASE Milano fue una de las instalaciones más comentadas de esa plataforma internacional de 150 voces emergentes sub 30, que compartió espacio con otros compañeros del Máster Materiales Futuros.
“Ellos serán los verdaderos agentes del cambio social, ecológico y político, anticipando las necesidades del futuro”, rezaba la presentación del espacio, una incubadora de investigación, por la que pasaron más de 90 mil personas.
Liv comparte clases con estudiantes de todo el mundo “que vienen de otras partes y con otros backgrounds, eso es lo más interesante. Debo ser una de las pocas diseñadoras de moda. El máster te habilita muchos workshops, otra ventaja. Contamos con laboratorio, impresoras 3D, máquinas de coser, para sublimar. Estoy aprendiendo muchísimo”, dice Liv, que eligió el cuero como material para el diseño del prototipo de acuerdo a consejos que recibió de diseñadores de primeras marcas que evaluaron su proyecto.
“Por la velocidad y la potencia, resulta el material adecuado”, señala sobre su modelo de estilo “futurístico que contempla detalles de la fisonomía del pie de Messi con estándares de un botín de fútbol profesional. El resultado será un pie híbrido, un dispositivo que aumentará ciertas zonas del pie para mejorar su rendimiento”, explica.
De Londres disfruta los paseos por el parque Hampstead Heath y recorrer las tiendas de la calle Brick Lane, “porque hay muchos locales de ropa usada de grandes diseñadores”. Más allá de la experiencia que la tiene fascinada, confiesa que de Buenos Aires extraña todo. “Absolutamente todo, desde mis amigos y mi familia hasta la comida. Hace poco les dije a mis amigas que valoren las medialunas o las milanesas porque no entienden lo mucho que representan”, admite Liv, la futura diseñadora de pasiones culturales.
“En una sociedad que valora la autoexpresión, es curioso cómo nos encontramos imitando los comportamientos de otros. Esta fue la paradoja que me dio el puntapié inicial para explorar la cultura del fanatismo por el fútbol. Un desafío, porque pone en juego los límites convencionales del diseño en una era donde la tecnología se expande sin parar”, subraya Liv. Y concluye: “Bajo su piel cuestiona hasta dónde estamos dispuestos a llegar en busca de la sensación de pertenencia. Nos invita a considerar el punto en el que podemos declarar con confianza Estoy bajo mi propia piel”.