Fuente: La Capital – Marta Mercau creó The Bag Belt, una marca de calzados que creció al calor de los clientes ABC1. Tras la pandemia, se animó a armar planta propia y va por nuevos horizontes.
Los zapatos y las carteras de Marta Mercau son un clásico en los vestidores de muchas mujeres rosarinas. En un target ABC1, ella supo crear una clientela fiel que sigue sus diseños temporada tras temporada. Su marca, The Bag Belt, vende por estación unos 25 mil pares en Argentina. ¿Cómo lo logra? Su bandera es el diseño y la calidad, tanto que el 100% del calzado que fabrican se hace en cuero “por fuera y por dentro”, como ella misma aclara en esta entrevista, “es decir, los zapatos están forrados en cuero y por eso duran tanto tiempo”.
Marta está en este negocio desde fines de los años 80. Comenzó primero vendiendo carteras de cuero que fabricaba su primo en una planta en Buenos Aires hasta que esa industria cerró. Entonces junto a su esposo y socio René Brochier decidieron entrar en el negocio del calzado. Marta no lo dudó: ese era el camino. “Un día me llama René y me dice que había un local vacío en la galería Libertad, que en aquella época era como decirte hoy el Alto Rosario. Nunca había locales vacíos ahí. Llamé y el dueño me dice que si lo quería fuera en ese momento con la plata que tuviese para señarlo. Me fui con todo lo que tenía en casa. Me lo entregaron un viernes, lo arreglamos y pintamos como pudimos. El lunes mismo lo abrimos”, relata Marta. Era el 4 de diciembre de 1999 y nacía The Bag Belt.
Mientras en los locales se está vendiendo la temporada de invierno, la de verano ya está en exposición en el showroom.
El sueño de la planta propia
Durante dos décadas, la marca -con locales en distintos puntos del país- tercerizó su fabricación hasta que llegó la pandemia y se animaron a dar el salto a la producción propia. La estrategia era no depender de terceros para la fabricación y controlar de cerca los costos. “Veníamos de un momento muy difícil, con mucho gasto y sin ingreso por la pandemia, pero después de eso aprendimos a trabajar de otra manera, sin cheques y con fábrica propia”, detalla Marta.
La planta que alquilaron, sobre avenida Pellegrini al 5700, tiene dos pisos y pertenecía a un fabricante de zapatos para niños. Además del predio, le alquilaron algunos de los equipos y luego invirtieron para sumar una máquina italiana de corte de calzado más otros equipos que se utilizan para lograr prolijidad en las terminaciones. Hoy trabajan al 80% de la capacidad instalada: fabrican unos 10 mil pares por temporada en manos de casi 20 empleados. Respecto de los modelos, empezaron fabricando borceguíes y los llamados sneakers, que son calzados con suela de goma. Luego, fueron sumando más modelos a la producción. Marta se encarga de los diseños junto a dos mujeres de su equipo, Virginia Abdelmalek y la joven Franca Supersaxco, mientras que en el equipo también trabaja Belén Orive, que “nos aporta en el tema de los herrajes”, explica.
La industria del calzado
Los gigantes del rubro en Sudamérica son los brasileros que en los años 80 llegaron a ser líderes a nivel global. En los 90, los chinos irrumpieron con la fabricación de calzados con costos bajos de producción y fueron mejorando año a año su calidad. Hoy China hace punta en la industria, fabrica unos 13 mil millones de pares al año para marcas de todo el mundo, tanto para grandes diseñadores como para marcas deportivas.
Según Marta, en la Argentina a esta industria le falta aún mucho crecimiento. “Todavía se confecciona de forma muy artesanal, falta mucha maquinaria, pero podemos competir por calidad, porque afuera se usa mucho sintético y nosotros tenemos buenos cueros”, evalúa. En ese sentido, no le tiene miedo a la apertura de la importación que propone el gobierno nacional, aunque remarca: «A los chinos no hay que temerles, pero sí tenerles respeto”.
Junto a su equipo, Marta se animó a la planta propia en el 2021. Allí trabajan al 80% de su capacidad instalada.
Foto: Virginia Benedetto / La Capital
Otro punto que evalúan es la exportación. Este calzado rosarino ya se comercializa en Chile y están ahora analizando volver a otros mercados, como el uruguayo y el paraguayo. Para eso, proyectan participar en septiembre del Santa Fe Business Forum, organizado por el gobierno provincial, donde habrá distintas rondas de negocios con el objetivo de alcanzar vínculos concretos para futuras exportaciones.
The Bag Belt en Argentina
En lo que respecta a los locales, la empresa rosarina tiene siete propios, cuatro de los cuales están en Rosario, y el resto en Buenos Aires, Neuquén y Santa Fe. Además, tienen seis franquicias distribuidas en Córdoba, Tucumán, Salta y Corrientes.
Si de cifras se trata, Marta explica que el que más factura en la ciudad es el local del Alto Rosario, porque es un shopping “muy elegido por un público ABC1”. Además, una apuesta que hicieron el año pasado fue su primera apertura sobre la peatonal Córdoba casi esquina con Corrientes. Están contentos con el desembarco allí porque les suma clientela diferente. “Va mucha gente de afuera de la ciudad que pasea por la peatonal y también tracciona la Bolsa de Comercio de Rosario que trae mucha circulación”, agrega.
Virginia Abdelmalek trabaja junto a Marta desde hace más de una década.
Un consumo deprimido
El consumo este año, e incluso el anterior, estuvo en caída para todos los rubros y las zapaterías lo sintieron. Para contrarrestar, la estrategia de The Bag Belt fue en mayo comenzar con las 12 cuotas en todos los productos. Marta proyecta que si “la inflación sigue a la baja se puede sostener todo el año”.
Como muchas empresas, esta marca necesita una clase media fuerte que consuma. La mirada de Marta es positiva con respecto a los próximos meses. “La idea es que esto empiece a repuntar ahora, con la temporada de verano. En septiembre presentamos lo nuevo, luego en octubre tenemos una fecha muy importante para nosotros que es el día de la madre, porque a la madre se le compra. Y en noviembre tenés los eventos de fin de año y en diciembre, Navidad. Se supone que va a ser una temporada mucho mejor que la del invierno”, analiza.
Por otra parte, este año estrenaron también un nuevo segmento. Para el día del padre, lanzaron la línea de zapatillas urbanas para hombres y la idea es seguir fabricando nuevos calzados para ellos, para diversificar así la oferta. Respecto del futuro, están preparados para seguir creciendo. Dos hijos de René ya están a cargo de distintas áreas de The Bag Belt y, consumo mediante, seguirán apostando a crear nuevos diseños made in Rosario en la industria del calzado.