Fuente: LV12 – Agustín Amicone, secretario general del Sindicato del Calzado, habló en LV12 sobre la caída en las ventas y la crisis que atraviesa la industria.
Por la caída del mercado interno, la industria nacional del calzado advirtió que la importación aumentó y las ventas cayeron, por lo que los despidos en el sector ya suman 1500 trabajadores.
En este contexto, LV12 Radio Independencia se comunicó con Agustín Amicone, secretario general del Sindicato del Calzado – UTICRA: «Lamentablemente la industria del calzado no está ajena a la situación general que vive el país, el desastre económico que se ha implementado a partir de la asunción del nuevo gobierno, lo primero que ha hecho es llevar a niveles históricos nunca antes conocidos, la pérdida del poder de compra. Eso trae aparejado que el poco dinero que gana la gente lo utiliza en tratar de alimentarse y no comprar otros productos que son necesarios, que son secundarios con respecto al tema de los alimentos. Entre ellos, están el calzado y las prendas de vestir, donde la caída de la venta está entre el 40 y el 50%, reflejando lo que es en términos generales de la economía del país».
Ha habido a principio de año y del mes, un adelantamiento de vacaciones en el personal de Topper, que está en Aguilares, Tucumán. Ha retomado su tarea normalmente y esperemos que siga así, pero el panorama es tremendamente preocupante
Ante este panorama, Amicone comentó que la importación en el país «no es un tema nuevo», ya que hace seis meses atrás «también se importaba». Tal, es el ejemplo de la empresa Topper, que necesita de importaciones para poder fabricar los productos. Esto deja en evidencia que la «industria del calzado en Argentina no es 100% local», sino que tiene una mezcla de componentes en su producto, que hoy «no debe estar más del 40% nacional y 60% importado».
«Entonces, usted necesita esas piezas que vienen del exterior para que pueda tener trabajo la gente, no nos gusta bajo ningún punto de vista porque Argentina tiene materiales, tiene hilos, tiene producto, tiene mano de obra para hacer el 100% del calzado en la República Argentina, pero lamentablemente por razones económicas y mejores beneficios, una gran cantidad de empresas han optado por esto, que mantiene parte del empleo, pero si sería 100% de productos nacionales, la ocupación sería mucho mayor», añadió.
De esta forma, informó que la industria nacional que antes «supo tener más de 30.000 trabajadores», hoy cuenta solo con 15.000, de los cuales «entre 900 y 1.100» forman parte de la empresa Topper.
Sobre el caso en particular de Topper, indicó que el número de trabajadores «va fluctuando» porque tiene una metodología en donde «emplea mucha mano de obra», pero ante nuevos cambios en la política económica, lo primero que hace es rescindir de ese personal.
Tiene una gran cantidad de trabajadores que son de mucha antigüedad, pero también trabajadores que no llegan al año en una buena cantidad. Es una modalidad que no se ha podido desterrar, que siempre se lucha a los efectos de mantener la mayor continuidad de los trabajadores, pero lamentablemente son cuestiones comerciales, de negocio, las cuestiones económicas del Gobierno influyen fuertemente y hay esos cambios y picos que se producen por los nuevos interesados
Por otro lado, se refirió a los salarios y dijo que hoy un trabajador del sector está cobrando «entre $800.000 y $1.000.000», cuando tendría que estar «cobrando por arriba del millón».
Finalmente, sobre las expectativas a futuro en el sector, enfatizó en que cree el grave error de Argentina fue votar al nuevo Gobierno, el cual dice, «va en contra de la industria».
No le interesa que haya producción nacional, eso va en contra del desarrollo de las industrias, en contra del desarrollo del propio país, en contra del desarrollo humano de un país. Las políticas tienen que ser regionales y no puede ser que todo pase únicamente por las grandes ciudades y centros urbanos