La economía después de la cuarentena: cuál es el plan que pide la industria textil y del calzado para sobrevivir a la crisis

Estamos pidiendo un año y medio de recuperación para luego pasar a un año y medio de normalidad”, resumió el presidente de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), Claudio Drescher, al explicar de qué se trata el autodenominado “Plan Marshall” que le presentó al Gobierno y que busca reactivar un sector devastado por la crisis del coronavirus.

La “cadena de la moda” se vio fuertemente afectada por la cuarentena, no sólo porque los locales estuvieron más de dos meses cerrados -la reapertura fue muy gradual y en Capital Federal todavía los shoppings permanecen sin abrir sus puertas-, sino porque cambiaron las prioridades de los consumidores y, dato no menor, los ingresos de la población se redujeron considerablemente, aseguran en el sector.

La cadena de la moda se vio fuertemente afectada por la cuarentena, no sólo porque los locales estuvieron más de dos meses cerrados sino porque cambiaron las prioridades de los consumidores y, dato no menor, los ingresos de la población se redujeron considerablemente

En abril, el sector textil utilizó apenas un 4,2% de la capacidad instalada, según el Indec, y la actividad cayó 57,8% en términos interanuales. Mientras que la contracción del rubro de prendas de vestir, cuero y calzado fue del 79,1% respecto del mismo mes del año pasado. Las marcas se quedaron con prácticamente toda la mercadería de otoño-invierno sin vender, ya que son pocas las que tenían desarrollado el e-commerce y, por otra parte, también la habilitación de los envíos se produjo más tarde.

Esta situación hizo que las empresas que deben producir la temporada de verano no tengan capital de trabajo para hacerlo, por lo que sin financiamiento podrán fabricar mucho menos de lo que la demanda podría traccionar cuando la economía comience a recuperarse, analizan en la industria.

Por eso, el plan presentado por la cadena textil, indumentaria y calzado al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y al secretario de Industria, Ariel Schale, consiste, en primer lugar, en buscar mecanismos crediticios para que las firmas puedan producir para la próxima temporada. La propuesta del sector consiste en elaborar un crédito a 36 meses con tasa subsidiada (18%) los primeros 18, con seis meses de gracia, y tasa Badlar el otro año y medio.

Hay que hacer que la oferta de productos se pueda lograr con financiamiento. Las marcas se quedaron sin vender la mitad de la ropa de invierno, lo que hace que no haya capital de trabajo para la temporada de verano”, aseguró Drescher a Infobae.

Según agregó el titular de la cámara y además dueño de Jazmin Chebar, la caída de la demanda esperada para cuando pase la pandemia ronda el 30%, cuando en el mundo se ubica en 20%, pero sin créditos, el sector advierte que producirá mucho menos de lo que los consumidores requerirán, por lo que «además de quiebres y convocatorias de acreedores, habrá una tensión en los precios”, sostuvo el industrial, quien añadió: “Si no hay Plan Marshall, las pymes quedarán en el camino”.

La industria del calzado atraviesa una situación similar: prácticamente no se vendió la producción de invierno y ya “está perdida”, admitió el secretario de la Cámara de la Industria de Calzado, Horacio Moschetto. “Cuando estábamos en pleno proceso de invierno, vino la cuarentena. Con la materia prima ya paga, la producción quedó a mitad de proceso y no la vamos a vender. La temporada de invierno ya pasó”, dijo el directivo.

Con la materia prima ya paga, la producción quedó a mitad de proceso y no la vamos a vender. La temporada de invierno ya pasó (Horacio Moschettto)

Los comercios de indumentaria y calzado están abiertos en gran parte del interior del país y recientemente fueron habilitados, con estrictos protocolos sanitarios, en Capital Federal. Pero los locales están vendiendo al 20% de lo habitual. Ese escenario, sumado a que el sector, como tantos otros, tiene infinidad de cheques rechazados, hace muy difícil arrancar a producir el calzado de verano. Y es por eso que reclaman, como los productores textiles y de indumentaria, créditos para capital de trabajo. Mientras tanto, gestionan las habilitaciones de las plantas, ya que son muy pocas las que pueden producir producto de la pandemia.

Otro de los ejes del plan presentado por los sectores mencionados apuntan a reactivar la demanda, que por la crisis económica derivada del COVID-19 quedó más deprimida de lo que ya venía. La continuidad del programa Ahora 12, que vence a fin de mes, es clave para el sector, pero el planteo fue más allá: extender a 18 cuotas y dar además 3 meses de gracia para estimular la compra de producción nacional. “Las mujeres de clase media que antes consumían tienen la billetera más chica. Nuestro planteo es que hay que trabajar en los dos niveles: oferta y demanda”, aseguró Drescher.

Las mujeres de clase media que antes consumían tienen la billetera más chica. Nuestro planteo es que hay que trabajar en los dos niveles: oferta y demanda (Claudio Drescher)

Desde la industria textil, Jorge Sorabilla, miembro de la UIA y directivo de TN& Platex, sostuvo que “la cadena de valor está descapitalizada por dos razones: porque se rompió la cadena de pagos sobre ventas pasadas, y porque todo el sector, pero las marcas en particular, no pudieron vender su producción y perdieron la temporada”. En la actividad, el porcentaje de cheques devueltos por falta de fondos asciende al 50 por ciento.

Sorabilla remarcó: “hay que darle un shock de liquidez a la cadena de valor, ya que si las empresas no tienen capital de trabajo, no pueden reaccionar al aumento de la demanda, que en algún momento va a llegar».

En el Gobierno están focalizados en las urgencias que provocó la pandemia, pero al mismo tiempo elaboran políticas para el día después. “Está en los planes de los funcionarios de Producción buscar alternativas para darle liquidez a las empresas, pero están viendo de qué modo en función de las restricciones que impone el sistema financiero, más aún en el actual contexto”, dijeron fuentes de la industria.

El plan propuesto por la cadena textil, de indumentaria y de calzado también contiene medidas de mediano y largo plazo, como la necesidad de implementar líneas de crédito para inversión productiva; un plan para la formalización del trabajo del sector de la confección y un esquema para incentivar las exportaciones del sector.

Visita a Borcal para evaluar la situación del sector del calzado

Fuente: FECOBA ~ En línea con las gestiones que se están realizando para respaldar y representar cada vez más y mejor a las Pymes argentinas de todos los sectores económicos y productivos, Fabian Xavier Castillo, presidente de la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (FECOBA), visitó la empresa BORCAL SA – socia de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC), entidad adherida a FECOBA –, el pasado 9 de junio.

Castillo fue acompañado en la ocasión por el secretario de Comercio Exterior de la entidad, Martín Picón y en dicha Pyme fueron recibidos por Daniel Risafi, directivo de la misma y miembro del Comité de Crisis de FECOBA.

Durante la visita pudieron utilizar el protocolo de seguridad de la empresa frente al Covid-19, recorrer las instalaciones productivas y de almacenaje y también conocer las mejoras producidas a partir de la implementación del sistema KAIZEN TANGO (de mejora en procesos productos), en el cual BORCAL SA tiene uno de los puntajes más altos que se pueden obtener, tanto que es considerada caso de estudio para las empresas que desean implementar dicho programa.

Además, dialogaron sobre la situación específica del sector calzado, afectado hasta hace unos días por la imposibilidad de la apertura de locales comerciales y que actualmente, gracias a la gestión de FECOBA ante el Gobierno porteño, pueden abrir sus puertas implementando los protocolos de seguridad y las formas operativas correspondiente para conformar un circuito comercial que proteja la salud de la población y que afecte de la menor manera posible el círculo virtuoso productivo y comercial.

También se comentó el futuro de la Feria EFICA, que este año será virtual y que contará con el apoyo institucional de FECOBA.

BORCAL cuenta con una dotación de 45 empleados, aproximadamente, de los cuales cerca del 30% son mujeres. Esta Pyme tiene más de 40 años de existencia y es una empresa familiar en la cual, como en la gran mayoría de las Pymes argentinas, los empleados no son un numero sino son parte de la familia, compartiendo asados y momentos que afirman cada vez más los lazos personales y preocupándose por el futuro de cada uno de sus empleados.

Miles de locales volvieron a abrir en CABA después de 80 días

Fuente: Página 12 ~ Los locales de indumentaria y calzado volvieron a abrir en la Ciudad de Buenos Aires después de 80 días. Abrieron el 69 por ciento de los comercios de indumentaria y 74 por ciento de calzado, según un relevamiento de la Federación de Comercio e Industria (Fecoba). Volvió la oferta, pero no así la demanda: la facturación promedio fue del 21 por ciento para indumentaria y 23 por ciento para calzado. Son cerca de 35 mil los que cerraron sus puertas el 20 de marzo con la cuarentena, y 17 mil los de proximidad que volvieron a levantar sus persianas.

Según un relevamiento realizado por PáginaI12 en el barrio porteño de Belgrano, la mayoría de los comercios abrió sus puertas, pero son muy pocos los que permiten el acceso. Había «mucha expectativa», comentaron diversos comerciantes. La cuarentena coincidió con el comercio de la temporada de invierno, por lo que la mercadería ya estaba comprada. Los que abren sus puertas permiten de a una persona a la vez, por lo que muchos consumidores que quedan en la vereda desisten de la compra. En tanto, otros ponen cartones o un nylon en la entrada, o directamente mantienen las rejas.

“La forma de apertura depende de cada vendedor. Hay muchos propietarios que son mayores y tienen miedo de exponerse”, afirmó a este diario Fabián Castillo, presidente de Fecoba. En tanto, había locales que pasado el mediodía tampoco habían abierto porque tenían que adaptar los nuevos protocolos sanitarios. 

El consumidor apenas puede observar la mercadería exhibida en el maniquí, y consulta desde la vereda al vendedor por prendas, colores y talles. Hay locales en donde a las prendas de vestir se sumó la venta de tapabocas de tela, con uno a 120 o dos a 200 pesos. Todos mantienen en sus frentes los carteles escritos a mano con números de whatsapp o las redes sociales del comercio, donde se puede efectuar la compra electrónica. Sin embargo, los vendedores contaron que la venta es «acotada», debido a que hay prendas como los pantalones o el calzado que necesitan ser probadas. 

Pese a todas estas limitaciones, Castillo, consideró que la falta de ventas, que alcanzó un quinto de lo habitual, se debe a otro motivo. “El inconveniente no es que la gente no se pueda probar. El problema es la incertidumbre del consumidor, no sabe lo que va a pasar mañana y cuida su bolsillo. La situación no arrancaba desde antes de marzo. Venimos de dos años de recesión, y en plena liquidación de verano nos cayó la cuarentena”, afirmó. Pero también destacó que hay menos gente en la calle.

Desde su zapatería, Carla Barnes contó: «Hoy hubo bastante gente con ganas de comprar y también usaron ese momento de desahogo, hay mucho agobio y el hecho de comprar algo es como una descarga. Los comentarios eran me lo compro pero no se ni cuándo lo voy a usar, pero quiero agasajarme con alguna prenda. Algunas personas no querían entrar nisiquiera ni tocar nada, nadie sabe bien cómo manejarse».

Según el relevamiento realizado por este diario en la zona más comercial de Avenida Cabildo, entre Echeverría y Olazábal, se encontró un local cerrado, ya no volverá a abrir sus puertas. Se trata de la zapatería Luana, que contaba con un cartel de la inmobiliaria. “Es muy triste, porque suelen ser comercios familiares de muchas generaciones. Y una persona de más de 60 que cierra su comercio de toda la vida, ¿qué otro trabajo consigue?”, contó Castillo. Feboca relevó que cerraron el 12 por ciento de los comercios. Los de las zonas comerciales, como Avenida Cabildo, son los más comprometidos, debido a que seguirán cerrados. Y en un alquiler de un local chico está por encima de los 100 mil pesos.

Otra de las características de la reapertura tiene que ver con el lanzamiento de agresivos descuentos. “Compra 4, pagá 3” o “hay remate de shorts y bermudas” eran algunos de los carteles improvisados. “Hoy el comercio no piensa en tener ganancia, tiene la necesidad de vender. Así se lo vayas a cambiar 20 veces porque están prohibidos los probadores, te va a recibir con una sonrisa, porque venimos de facturar cero”, estableció Castillo. 

Reabrieron los locales de indumentaria y hubo filas para comprar

La Nación ~ De acuerdo a la capacidad de los locales podían entrar una o dos personas a la vez, en algunos casos, atendían desde afuera

Sin probadores, con una o dos personas a la vez y alcohol en gel en mano, los locales de indumentaria barriales pudieron reabrir sus puertas al público. La disposición del gobierno porteño de habilitar la apertura parcial de los negocios de ropa e indumentaria, encontró a los comerciantes con un sinfín de sentimientos que van desde el optimismo, la esperanza y desazón por aquellos que no pudieron volver a levantar las persianas. Quienes lo hicieron, registraron ventas de hasta el 50% de lo que tenían normalmente antes de decretarse la cuarentena.

Después de la decisión del gobierno porteño, los comercios barriales de indumentaria y calzado, reabrieron ayer sus puertas siguiendo los protocolos sanitarios de seguridad que dieron a conocer las autoridades en el transcurso de la mañana. El panorama con el que se encontró la mayoría de los comerciantes fueron largas colas, precios atrasados en sus stands y desconocimiento, en algunos casos, sobre los límites permitidos para empezar a trabajar.

En un recorrido que hizo LA NACION por el barrio de Colegiales y Belgrano, en la avenida Cabildo, l a mayoría de los comerciantes no sabían si estaban o no habilitados para trabajar, por encontrarse entre los límites que fijó el gobierno porteño mediante un mapa de riesgo de aglomeraciones.

“Lo que es nuevo para nosotros es que no puedo dejar entrar a nadie porque tengo muy poco espacio adentro. Pero durante la mañana tuvimos ventas similares a las que teníamos antes de decretarse la cuarentena”, dijo Soledad Oliveira que atiende un local de ropa interior femenina en la zona de Colegiales.

“Lo que más está llevándose la gente son pijamas, ropa de invierno, abrigada y pantalones de entre casa porque ya están asimilando que esto va para largo”, extendió Oliveira. Agregó, no obstante que, uno de los desafíos de poder atender a las clientas sin probadores es que, cuando alguien no conoce su talle debe hacer los cálculos “a ojímetro”.

En tanto, Pablo Cassar, el dueño de un local de calzado de la zona de Belgrano sostuvo que “recién a las 9 de la mañana llegó el protocolo que había que seguir”. Además, por la dimensión del local solo puedo tener a dos clientes dentro del establecimiento. Pero “desde que abrí pude ver que la gente está encantada por la reapertura. Ya empezaron a venir a comprar algunos vecinos y pudimos efectuar algunas ventas”, dijo.

Según informó la Federación de Comercios e Industrias de la Ciudad de Buenos Aires, (Fecoba) a partir de la decisión del gobierno, el 69% de los locales barriales de indumentaria y el 74% de calzado volvieron a abrir sus persianas después de 80 días. El reporte que incluye 60 centros comerciales de la Ciudad de Buenos Aires, indica que la facturación promedio fue del 21 por ciento para la indumentaria y 23 para el calzado en relación a un día normal de ventas.

“Hago take away de indumentaria. Es una cosa insólita hacer delivery de ropa. Ahora estoy laburando solo porque se supone que no puedo tener empleados, tampoco está claro donde inicia el límite permitido para trabajar. Falta claridad en los protocolos de seguridad, porque esta situación nunca antes se vio. Tampoco nosotros estamos teniendo una venta fácil y la mayoría son bufandas. Con bufandas no voy a pagar el alquiler”, indicó Leonardo Plotno, un comerciante de la zona.

En ese contexto, Daniela Jimenez, la administradora de un local de ropa de invierno sobre la avenida Cabildo sostuvo que “para nosotros fue bueno volver a trabajar, si bien estos meses hicimos venta telefónica necesitábamos volver. Hoy ya vendimos el 50% de lo que vendimos el día antes de decretarse la cuarentena”, afirmó.

Entre algunas de las medidas de prevención que tuvieron algunos comerciantes fue poner en marcha el contactless y limitar las ventas solo con tarjetas. Según Fernanda Castellanos, la administradora de un local de indumentaria deportiva, en su caso lo hicieron para minimizar los riesgos de contagio siguiendo los protocolos sanitarios. Además, la reapertura del local va a permitir una “normalización” progresiva de las ventas.

“Cuando llegué tenía tres clientas esperándome en fila, en la puerta. Para mí fue emocionante encontrarme con esa escena”, contó Nora Saker, la propietaria de un negocio de ropa para bebés. El local que tiene desde hace 52 años pudo repuntar las ventas a través de las plataformas digitales y desde un grupo de WhatsApp que ella misma creó.

“Hoy a la mañana mandé un mensajito que volvíamos a abrir y la respuesta fue increíble. Tengo la esperanza de que no voy a tener problemas para levantar el negocio. En estos años las he pasado todas y creo que esta vez no va a ser la excepción . Pero me invade una angustia porque de esta cuadra tres no pudieron abrir y no lo van a poder hacer”, explicó.

Abrieron para cerrar

En tanto, por la desactualización de los precios respecto de los que tenían los artículos cuando se decretó la pandemia, algunos de los comerciantes no ven posible un repunte de la economía de sus locales y afirmaron que “abrieron para cerrar” y liquidar la ropa de verano que tenían antes de decretarse la pandemia. Además, por la actualización que tendrían que hacer de los precios reales, “sería imposible vender un artículo”.

Con un enorme cartel de la liquidación de las prendas femeninas y una fila de clientas que esperan a que salga la que está dentro para poder ver las promociones, un negocio de ropa sobre la calle La Pampa anuncia el cierre del local después de 30 años.

“Se tuvo que devolver el pedido que se había hecho para la temporada de invierno porque los precios serían inviables. Una blusa costaría más del doble de lo que está ahora. La ropa que tenemos acá la pusimos al costo para poder venderla”, aseveró Natalia, la administradora de un local en liquidación. En tanto, el dueño del establecimiento, afirmó que, de por sí el mercado ya venía castigado, la pandemia lo terminó de liquidar y no ven fácil un posible repunte.

En esa línea y con la misma preocupación, Lucas Moreno, el dueño de un negocio de zapatos ortopédicos sostuvo que, desde que se cerraron los locales en marzo, las ventas no son representativas a las normales. “Necesitamos liquidar lo que tenemos, porque aunque se haya permitido volver a abrir para que vengan los clientes barriales, las ventas se van a ver limitadas. A nosotros esta pandemia ya nos liquidó, volvimos a abrir para ver si repunta todo, sino vamos a tener que cerrar definitivamente porque no podemos pagarle a los empleados y menos los alquileres”, manifestó el comerciante.

Comercios porteños: los detalles del protocolo para la reapertura de locales de indumentaria y calzado y qué planean hacer para reactivar las ventas

Fuente: Infobae ~ El gobierno porteño habilitó desde este lunes un esquema de atención al público con características particulares para elección y devolución de los productos

El gobierno de Alberto Fernández volvió a extender el aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) por lo que se extenderá la medida hasta el 28 de junio. Sin embargo, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires implementará desde el lunes próximo un esquema de apertura de actividades que prevé la habilitación de locales barriales de venta de ropa y calzado, que se sumaran al resto de las actividades comerciales ya habilitadas.

El esquema se pondrá en marcha en el contexto de una “cuarentena protocolizada” en la que pueden darse “avances o retrocesos” según el incremento de contagios de coronavirus. Según informó el titular de Ejecutivo porteño en una conferencia de prensa luego del encuentro, la Ciudad implementará nuevas medidas tendientes a la reactivación de algunas actividades.

El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, aseguró que la Ciudad va a una “cuarentena protocolizada”, es decir, que las medidas que pondrá en marcha estarán regidas por “protocolos estrictos y específicos” para evitar que se generen zonas de aglomeración de personas y aumente, así, el riesgo de circulación del virus.

En el caso de los locales de ropa y calzado, el protocolo elaborado por la Ciudad junto a la Federación de Comercios y aprobado por la Nación, prevé la apertura de los locales de esos rubros situados en los barrios; en tanto que no abarcará a los ubicados en grandes centros comerciales.

En ese contexto, la Federación de Comercio e Industria (Fecoba) que reúne a unas 230 cámaras comerciales expresó su satisfacción por los alcances de la reapertura comercial prevista a partir del lunes y destacó que la medida permitirá “una incipiente recuperación del sector pyme en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires“.

Al mismo tiempo, desde la entidad insistieron en la necesidad de avanzar en herramientas que permitan también la reapertura de los locales ubicados en las principales arterias de la Ciudad que no fueron habilitados.

El titular de Fecoba, Fabián Castillo, dijo a Infobae que hay cerca de 35 mil comercios del sector indumentaria y calzado en la Ciudad de Buenos Aires de los cuales 17 mil son comercios de proximidad.

“Un 80% de los que trabajan en esos comercios viven en la cercanía y no tienen que usar transporte público. Estos sectores tan importantes para la economía productiva van a poder abrir a partir del lunes”, contó Castillo.

Hasta el momento las ventas fueron principalmente online y por la vía de pedidos por whatsapp con entregas a domicilio por parte de empleados y, en muchos casos, por los mismos dueños

Fernando De Vito, presidente de la Cámara del Calzado dio cuenta del panorama negativo del sector: “Somos una industria que llegó a producir 125 millones de pares por año hacia fines del 2015, pero con la recesión de los últimos cuatro años esa cifra se redujo a ochenta millones de pares por año. En ese período cerraron aproximadamente unas cuatrocientas fábricas y el personal ocupado paso de quince mil trabajadores a once mil. Hoy con esta nueva crisis que nos toca vivir, seguramente que se producirá un nuevo cierre de fábricas ya que las ventas han mermado casi en un 90% por efectos de la cuarentena”.

En declaraciones a Infobae De Vito afirmó: “tanto en lo comercial como en la fase industrial, la temporada de invierno está perdida ya que al no haber compromisos sociales, no existe el consumo de productos de moda y la gente se arregla con lo que tiene”. Y agregó: “hasta el momento las ventas fueron principalmente online y también hubo comercios que implementaron las ventas por whatsapp, con entregas de los empleados del comercio a domicilio y en muchos de los casos los mismos dueños de los locales”.

En esa misma línea, Yeal Kim, presidente de la Fundación Pro Tejer, se refirió a la apertura de comercios de indumentaria y aseguró: “es muy buena noticia porque al estar cerrado por casi 180 días para muchos sectores era un problema muy serio. Nos estamos preparando con todos los protocolos para poder abrir”, agregó.

En este sentido, destacó el industrial: “esto nos trae la esperanza de poder recuperar lo que veníamos perdiendo. Es una muy buena noticia para el sector”. Y manifestó que “los que tenían productos de invierno, ya han perdido. Vamos a recuperar un 20% o 30% del consumo”, en diálogo con FM La Patriada.

Digitalización del comercio y ofertas

El titular de Fecoba comentó que desde la entidad que agrupa a unas 230 cámaras del sector están avanzando con la digitalización del comercio, dado que la pandemia aceleró un proceso que ya estaba en desarrollo. “Sabíamos que con el tiempo íbamos a tener que avanzar en el uso de la tecnología para la relación con el cliente, pero esta pandemia vino a adelantar todo este proceso. Desde el día uno de la cuarentena venimos desarrollado una herramienta de geolocalización que se llama Estoy Cerca. El comerciante y el que ofrece servicios va a poder mostrar ahí lo que produce lo que vende y las ofertas. Es una plataforma donde se podrá buscar comercios por cercanía a través de la geolocalización, encontrar promociones y comprar de forma online. De esta manera se busca tener mayor visibilidad de los comercios”, explicó Castillo.

El sector desarrolla una plataforma donde se podrá buscar comercios por cercanía a través de la geolocalización, encontrar promociones y comprar de forma online (Fabián Castillo, Fecoba)

Si bien la herramienta aún no se terminó de desarrollar, se prevé que estará disponible en el corto plazo, por lo que se trabaja con el gobierno porteño para lograr una difusión de un instrumento vital para las pymes para revertir la profunda recesión de abril y mayo. “Son meses muy difíciles los que vienen y vamos a tener que trabajar mucho. Cuando toda esta situación pase vamos a tener que buscar más herramientas para seguir creciendo y recuperar un sector que viene mal”, sostuvo Castillo.

En ese sentido, advirtió que otro punto importante es la logística, que hoy es muy cara. “Hay mucha demanda de productos online pero la oferta de distribución es muy poca y encarece los productos”, señaló.

Con respecto a la política de precios que implementarán los comercios consideró: “Hoy los precios se mantienen porque la gente no tiene dinero y necesitamos vender. Esto el lunes tiene que empezar a funcionar. Vamos a poner toda la energía y la imaginación para salir adelante. Hay miles de familias que dependen de este sustento”.

En otro orden, Castillo destacó que el Día del Padre es una “punta de vidriera” para los próximos días. “Se analizó cambiar la fecha pero el día va a quedar fijo. No se toca”, aclaró el titular de Fecoba al tiempo que agregó: “Vamos a hacer promociones muy fuertes para que el cliente pueda comprar ese regalo al mejor precio y con financiación”.

En tanto, Fernando De Vito aseguró que por el momento los precios se mantienen en el mismo nivel que al inicio de la temporada, y en muchos casos se ofrecen descuentos temporarios para incentivar un poco la venta. “Sin duda que en los próximos treinta días se comenzará con las liquidaciones de temporada y algunas ofertas especificas por el Día del Padre. Hay que tener en cuenta que muchos comercios no cuentan con grandes stocks de mercadería, ya que recibieron productos hasta días anteriores al inicio de la cuarentena y luego no hubo entregas posteriores”, detalló.

Sin duda que en los próximos treinta días se comenzará con las liquidaciones de temporada y algunas ofertas especificas por el Día del Padre (Fernando De Vito, Cámara de Calzado)

Y agregó: “La expectativa, es tener esperanza, que nunca la hemos perdido, ya que somos un sector acostumbrado al sacrificio y a sobrevivir a las distintas crisis que hemos atravesado lo largo de nuestras vidas”.

Cómo será el protocolo sanitario para el sector

Todo trabajador que presente síntomas vinculados a la infección por COVID-19 deberá autoexcluirse de la actividad laboral. En el caso que ocurra en el ámbito laboral deberá comunicarse por los medios que establece el sistema de salud de cada jurisdicción.

Se tendrá que considerar para la protección de la salud de los trabajadores la posibilidad de reprogramar el horario de la jornada laboral, de modo que lo aleje de los picos de tránsito de personas que utilizan el transporte público.

Se deberá colocar cartelería visible en el comercio, con información actualizada sobre métodos de Prevención contra la COVID-19. En ese marco, tendrán que señalizar los lugares de espera para mantener una distancia de 1,5 a 2 metros entre el vendedor y los clientes. Siempre que sea posible se aislará al trabajador de las personas externas al establecimiento, a través de mamparas o pantallas.

En caso de que la situación requiera que el cliente pruebe el calzado se podrá permitir con el uso obligatorio de una media descartable que proveerá el comerciante, la cual será de un único uso y luego será desechada dentro de una bolsa de nylon cerrada. La mercadería será desinfectada con los productos correspondientes.

Se deberá avisar al cliente que la ropa podrá ser devuelta en el caso que corresponda, y en ese caso se deberá desechar todo el embalaje que estuvo en contacto con el exterior (bolsa, cajas, separadores) y se deberá realizar un planchado a vapor minucioso de las prendas.