Cómo es la zapatilla hecha con residuos y que se convirtió en furor

Cartón, vidrio, neumáticos, aceites, papel, plástico… El uso de materiales reciclados es cada vez mayor. También son cada vez más los intentos por generar productos que ayuden a proteger el planeta. Y en esa búsqueda diaria se destacan unas zapatillas fabricadas a partir de residuos. Sí, leyó bien. Ah, y son un furor.

Se trata de las Space Hippie, una de las últimas invenciones de Nike, y que incluyen un 75% de poliéster reciclado hecho con botellas de plástico, camisetas y restos de hilos reciclados de sus propias fábricas. La suela, además, combina la tecnología Grind con una combinación de espumas para darles una estética muy especial. Ah, y para que el combo sea completo, la caja en la que se comercializan también está elaborada con material reciclado y tinta ecológica de base vegetal.

Una de las grandes curiosidades de este producto es que el nombre de la colección hace referencia al planeta Marte, lugar en donde, según los estudiosos interplanetarios, los recursos son escasos y no se pueden reponer. Tal vez por todo eso más una estética original, las Space Hippie se convirtieron en moda en todo el mundo y se espera que también suceda lo mismo en la Argentina.

Las zapatillas fueron ideadas para Move to Zero, la última iniciativa de Nike.

Además, con estas zapatillas, Nike presenta Move to Zero, la iniciativa que lleva adelante y cuyo objetivo es conseguir cero emisiones de carbono y desperdicios para ayudar a proteger el planeta y crear un futuro mejor para el deporte y los atletas.

Según aseguran, el objetivo es diseñar (y tener) «mejores productos para el futuro cambiando su forma de producir y explorar nuevos materiales con menor impacto, mayor duración y mayor facilidad de reciclado».

El sector textil ya produce más que antes de la pandemia

Fuente: Ambito ~ Desde agosto hay un 38% más de actividad que en febrero. Las mejoras continuaron en septiembre y octubre y se proyectan alzas para el último trimestre.

Luego de la fuerte contracción que produjo la pandemia, el sector textil se recupera a paso acelerado. Según datos que difundió la Fundación ProTejer, que agrupa a las firmas integrantes de la cadena, la producción en agosto creció un 38% con respecto a febrero de este año. Analizando los relevamientos de consumo de energía, se evidencia que la actividad continuó creciendo en septiembre y octubre. Los empresarios estiman que en el último trimestre del año se registrarán incrementos. La sustitución de importaciones hace crecer las inversiones, el nivel de empleo y se proyecta alza en el uso de la capacidad instalada.

Uno de los factores fundamentales, que está impactando en la mayor demanda, es la baja en la cantidad de productos importados que ingresan al país. Por el cierre del turismo y por la administración del comercio exterior. “Hay un proceso de sustitución de importaciones en marcha. Durante el Gobierno de Macri llegamos a tener un 70% de participación de los productos fabricados fuera del país, hoy hay sólo un 20% frente a un 80% de manufacturas nacionales en el sector”, señaló a Ámbito Luciano Galfione, secretario de ProTejer. En este sentido remarcó que “muchos supermercados y cadenas de retail están volcándose a los proveedores nacionales y encargando productos para la temporada que viene”.

A contramano del componente estacional habitual del sector, cuyo nivel de producción suele disminuir hacia finales de año, se esperan alzas para el último trimestre. Esto implicaría que, dado el freno derivado de la pandemia en los meses anteriores, las empresas incrementarían la actividad para compensar la caída. “Hay una perspectiva muy buena para fin de año y comienzo del que viene. Ya tuvimos un repunte más que importante, hace más de dos meses que hay un crecimiento acelerado y estamos en un 60% de la capacidad instalada”, señaló a este medio el titular de la textil ZADIG SA, Mauro González.

Las buenas perspectivas se cristalizan en inversiones que ya están comprometidas. De acuerdo con lo anunciado por el Ministerio de Desarrollo Productivo que conduce Matías Kulfas, para el 2021 se proyectan desembolsos por unos u$s250 millones en nuevos proyectos industriales. De esta manera, se superaría el récord de 2011, que fue el año con mayor nivel de inversión de la década.

“Diversos representantes de la cadena de valor nos manifestaron el cambio de tendencia en la producción. El sector pudo reconvertir parte de su actividad hacia la generación de insumos médicos y en cuanto se dio la apertura hubo un impulso fuerte por la demanda de sus productos”, detalló a Ámbito la subsecretaria de Industria, Julieta Loustau. Al mismo tiempo, sostuvo: “La buena situación se ve reflejada en las reuniones de Mesa sectorial del Acuerdo Económico y Social donde los principales temas planteados pasan por una agenda de mayores inversiones, capacitación y mejora tecnológica”.

El relevamiento de ProTejer también evidencia un aumento del 15% en el nivel de empleo en relación con el año 2019. En los eslabones de capital intensivo este aumento resultó más relevante mientras que en el segmento de la confección fue menor. Aunque se estima que este último se recompondrá hacia finales de año y principios de 2021 al calor de la nueva temporada.

El resurgimiento de los zapateros

Fuente: Primera Edición ~ Los Alfonso se dedican a reparar calzados de todo tipo, carteras, bolsos y pelotas desde hace casi ocho décadas. Hoy Viviana, la cuarta generación en la familia, le da el toque femenino al taller.
El movimiento es intenso dentro del pequeño taller, don “Kelo” y su hija Viviana se turnan para atender a los clientes y avanzar con los trabajos de reparación de calzados, un oficio que conocen a la perfección y que resurgió a partir de la dura realidad económica que vive el país en este contexto de pandemia de coronavirus.

“Siempre tuvimos nuestro local acá por la zona, al principio hace más de 80 años arrancamos en Buenos Aires y Sarmiento. Yo empecé a los ocho años y tengo actualmente 70, así fui aprendiendo”, comenzó explicando Don Héctor Matías Alfonso, más conocido como “Kelo”.

Empezó en la actividad como “mandadero para mi padre y mi hermano mayor. Ellos tenían su local que lo había comenzado mi abuelo y que nunca cambió de nombre: Zapatería Marina”, contó con orgullo a PRIMERA EDICIÓN mientras ultimaba los detalles para pegar una de las tantas zapatillas que esperaban su turno.

Alfonso remarcó que “soy el último de esa generación y mi hija Viviana, que está hace varios años conmigo en la actividad, es quien me va a suceder. Soy jubilado pero no alcanza y tengo que seguir metiéndole a este trabajo. Soy composturero, antes también fabricaba calzados pero después el sistema hizo que los materiales acá en el país sean muy caros y eso cambió nuestro panorama de fabricación porque fue decayendo paulatinamente hasta que se hizo insostenible. Allí nos volcamos decididamente a la compostura para seguir en el rubro”.

La pandemia de COVID-19, inesperada, terminó dándole una mano a la actividad, dijo Alfonso, porque “la crisis económica provoca que muy poca gente pueda comprarse calzados y entonces ahora muchos son los que nos traen para que les reparemos zapatillas, zapatos, en especial quienes son empleados porque no les alcanza sus ingresos. Además el puente con Encarnación está cerrado y eso repercute porque la gente cuando se le rompía un zapato directamente lo tiraba y pasaba a comprarlo allá donde les salía casi al precio de una compostura de acá. Eso ahora no sucede y también influye el tema del precio del dólar, porque será más caro comprar allá”.

Fue cambiando mucho el material de los calzados, dice Alfonso, “no queda casi nada de cuero. Hoy las bases son de goma y vienen todas completas, es un trabajo de reemplazar pero que tiene sus secretos también, porque hay que saber qué tipo de pegamentos utilizar, preparar adecuadamente, hacerle algunos retoques para que tome bien y garantizar el trabajo”.

Los Alfonso tienen clientes de muchos años también e incluso hay quienes “pagan en cuotas porque ya los conocemos, nos traen calzados de toda la familia para repararlos, porque no es sencillo para quienes tienen hijos en edad escolar de tener todo en condiciones, los zapatos de la escuela, las zapatillas para educación física, además de los que son para trabajar o salir de paseo, que a veces suele ser el mismo”.

Con tantos años dedicados a la compostura de calzados, Alfonso es una voz autorizada para opinar sobre cuál es la falla más recurrente que debe solucionar y no dudó en apuntarle al “pegado, es una falencia que se observa en la gran mayoría sean zapatos, botas o zapatillas. Hay pegamentos más específicos de acuerdo al material y cometen el error de emplear el mismo para todos, incluso la misma técnica, cuando debería ser de acuerdo a la actividad para la cual estará destinada. Si es una zapatilla para correr debe estar reforzada, por ejemplo, o un botín de fútbol. Además los tiempos cambiaron y la gente se compra un calzado para andar todo el día, llevar al trabajo o salir a pasear y entonces debe estar siempre impecable, en condiciones y para eso estamos nosotros”.

La “heredera” de la tradición

La “heredera” de la tradición familiar, Viviana Alfonso, comentó que “soy única hija y tenía que seguir el varón (risas). Sé que resulta raro ver a una mujer que realice trabajos de compostura en una zapatería, pero a mí me gusta, de hecho me especialicé en los zapatos de damas, que requieren un tratamiento más delicado por el tema de la costura, de la pintura y también en los cierres de carteras y mochilas. Este es mi espacio y estoy feliz de ello”.

A Viviana la llaman “Marina” por el nombre del taller original de ocho décadas atrás que se mantuvo. “Desde chiquita que empecé a colaborar, cuando me iba a la primaria y ya dormía arriba de las planchas de suela de cuero que se compraba para los mocasines que ahora ya no se usan. Durante la secundaria siempre hacía los mandados y compras vinculadas al rubro de algunos insumos”, apuntó.

Un momento clave en su vida fue “cuando me casé y tuve a mi hijo. En ese momento trabajaba en un comercio y me replanteé qué hacer porque era compleja la situación. Opté por trabajar con mi papá, primero medio día y luego ya de lleno en esta profesión”.

Viviana remarcó que “son diez años ya que llevo abocada a esto y hubo tiempos difíciles donde no lo pasamos bien porque no teníamos demanda. Luego fue cambiando y la gente empezó a acercarnos sus zapatos para arreglarlos y eso nos permitió salir adelante. Tenemos clientes a los que atendemos incluso los fines de semana, por una urgencia. Y si es necesario, no dudo en agarrar el auto y ver cómo podemos solucionarle el problema”.

Crean un sello de calidad para comercios que cuidan la higiene

Fuente: IProfesional ~ Un grupo de profesionales creó una certificación para que los comercios garanticen a sus clientes el cuidado de la seguridad e higiene. En qué consiste

Más comercios abren sus puertas. Cuando no hay una alfombra con algún producto antibacterial o alcohol para ingresar, aparece en primer plano la botella de alcohol en gel o el mismo dueño del negocio ofreciendo con el saludo rociar tus manos con un spray con otro producto que destruya virus varios. Sin olvidar los límites de personas dentro de determinada cantidad de metros cuadrados ¿Cómo saber si ese local cumple con las normas de seguridad e higiene necesarias para estos tiempos más allá de los gestos de buena voluntar? Un grupo de profesionales creó una especie de certificación de calidad orientada a que los consumidores puedan ir a los locales tranquilos a realizar cualquier compra.

Establecimiento Responsable es el sello que desarrolló un equipo de profesionales en seguridad e higiene y bromatólogos que se ocupan de realizar auditorías en los negocios y evaluarán si el comercio está apto para certificar. Así como los productos de higiene y limpieza continúan siendo los más demandados entre los de consumo masivo –con mejores niveles de ventas que los alimentos- las demandas respecto a la sanidad de los lugares que se visitan también están al mismo nivel.

A tono con los tiempos, donde lo digital ya es también una norma, la gestión del servicio es 100% digital aunque el diagnóstico es efectuado una vez que los especialistas visitan el local.

Los comercios que obtienen el sello de calidad son identificados por código QR y con cartelería especial

En aquellos casos en que se detectan cosas para mejorar se les da una capacitación a los dueños y empleados del local a fin de hacer los ajustes necesarios. Estos entrenamientos son, una vez más, virtuales.

Una vez realizada la instancia de entrenamiento necesaria, las personas que lo efectuaron reciben un certificado que da cuenta de la misma. Se vuelve a validar que se esté al día con los requisitos solicitados y ahí es cuando se otorga la certificación de Establecimiento Responsable.

Identificar el sello de calidad

¿Cómo sabe el consumidor que se está ante un Establecimiento Responsable?

El local recibe un sello con un código QR único además de cartelería y otras aplicaciones que le permitan dar mayor visibilidad a esa certificación. Algo idéntico al código QR que, por ejemplo, se exhibe en los comercios que reciben pagos mediante esa tecnología.

Los clientes podrán escanear ese código QR y ver la información sobre el local, desde los protocolos cumplidos hasta las capacitaciones que ha realizado el personal.

La cosa no se queda acá. Los promotores de Establecimiento Responsable impulsan programas de mejora continua en lo referido a seguridad e higiene, y también en los aspectos bromatológicos. Son concientes de que uno de los nuevos hábitos que dejará la pandemia será una mayor conciencia de parte de la población sobre las medidas de estas áreas.

Y vale recordar que, más allá de los adelantos y descubrimientos científicos que se buscan desarrollar en épocas como las actuales –como ei diseño de una vacuna o de un tratamiento o de ambos- las pandemias han impuesto la profundización de medidas de higiene y salud pública.

El equipo de Establecimiento Responsable está conformado por profesionales en seguridad e higiene, bromatólogos, nutricionistas, expertos en tecnología, procesos y calidad. La emisión de sus certificados es segura por cuanto lo hacen a través del uso de tecnología blockchain que garantiza la integridad de la información que allí se vuelca.

Con la regulación como base

Como profesionales de estas áreas hacen cumplir las normativas vigentes en materia de seguridad, higiene y bromatología. “Es una certificación privada que controla rigurosamente que se cumplan los estándares de calidad, seguridad y salud. De esa forma se transmite confianza al cliente, cuidando la reputación del establecimiento. Este proceso suma un seguimiento constante luego de la contratación, a través de la app de ER, desde donde se verifica que el comerciante haya cumplido con todo lo señalado en la primera auditoría”, señalaron a iProfesional desde la empresa.

Los consumidores prestan cada vez más atención a las medidas de higiene de los lugares en los que se mueven

Para poder certificar, los requisitos que se exigen son:

– Habilitación municipal vigente o en trámite.  

– Registros de fumigación y control de plagas.

– Carnet de manipulador de alimentos y/o libreta sanitaria del personal.

– Análisis microbiológico semestral y fisicoquímico anual del agua.

– Certificado de limpieza y desinfección de tanques de agua.

– Certificado de limpieza del ducto de la campana extractora (en caso de aplicar).

– Matafuegos: obleas o tarjeta municipal de recarga y revisión.

– Registro de capacitaciones de seguridad e higiene laboral dictadas por la ART o profesional matriculado.

Más allá de que obligan a cumplir con las normativas vigentes la diferencia de Establecimiento Responsable es que le agregan procesos de mejoras continua.

Si bien no está avalada por IRAM, que es el órgano rector en la Argentina en materia de certificaciones de calidad, desde ER aclararon que “no es una norma ISO ni es parte de las certificaciones que contemple el IRAM. Es una certificación nueva y digital dentro del mercado. Esto surge a raíz del conocimiento de este grupo de referentes del sector comercial y de profesionales que estuvieron viendo desde hace un tiempo a esta parte que los establecimientos y clientes necesitaban una certificación accesible de calidad, salud y seguridad”, concluyeron.

Un look de vidriera cuesta más de $ 30.000 y crece la compra en cuotas

Fuente: Clarin by Paula Galinsky – Foto: Constanza Niscovolos ~ Es el presupuesto para vestirse con ropa de primeras marcas. La indumentaria aumentó 57% en 12 meses, sobre todo las prendas importadas.

Jeans por $ 8.000, remeras básicas que superan los $ 4.000, zapatillas deportivas por más de $ 25.000. Reabrieron los shoppings y sus visitantes se encontraron con nuevos precios. Para los sueldos medios argentinos, los valores son muy elevados. En septiembre, “indumentaria y calzado” fue el rubro que más impulsó la inflación: registró un incremento del 5,8%. En 12 meses acumula un 57% de aumento, según datos del Indec. Referentes del sector aseguran que las subas importantes alcanzan a las marcas importadas y no así a las nacionales.

Un look de vidriera o su versión elegida en las páginas oficiales de las marcas premium sale más de $ 30.000 y, en algunos casos, alcanza los $ 50.000.

En Akiabara, por ejemplo, una mujer puede conseguir una remera con algún detalle de diseño por $ 4.400, un pantalón negro por $ 7.600. Sumar un saco a $ 12.500 (hay opciones por $ 26.500) y unas sandalias a $ 4.450. La cartera más accesible está a $ 3.080. En total, se viste por $ 32.030 con productos de la colección primavera-verano.

Marcas como Markova exigen un presupuesto aún mayor: una camisa blanca se consigue por $ 7.295. Por ese mismo importe hay babuchas. Un blazer está $ 14.120. El look se puede completar con zapatillas por $ 9.500 o sandalias por $ 13.995. Hay carteritas negras por $ 11.995 o una riñonera suela a $ 13.895. Es decir que la opción más económica queda en $ 50.205.

Los precios son similares para los hombres. En marcas como Tascani ellos gastarían cerca de $ 37.400. Con una camisa floreada ($ 7.500), un jean ($ 7.950), zapatillas blancas ($ 9.500), camperita de verano ($ 9.500) y bandolera ($ 2.950). Hay zapatillas deportivas en Adidas desde $ 8.799. Otros modelos están a $ 10.999 y $ 25.999.

Estos valores representan un porcentaje significativo del ingreso medio en la Ciudad de Buenos Aires. Según la Dirección General de Estadísticas y Censos del Ministerio de Hacienda y Finanzas del GCBA, para el segundo trimestre de 2020 un “patrón o empleador” ganaba por mes $ 70.086 en mano. Un asalariado alcanzaba los $ 47.258 y los trabajadores por cuenta propia, $ 32.776.  

Según Claudio Drescher, presidente de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), el porcentaje de incremento en el rubro relevado por el Indec está relacionado con la suba de las “marcas de afuera”. “Las importadas aumentaron mucho más que las nacionales porque son productos que están dolarizados”, señala a Clarín y dice que la actualización en 12 meses de las marcas nacionales de los shoppings fue del 43%.

Resalta que, como consecuencia de la pandemia, parte del mercado informal debió formalizarse ante el cierre por meses de grandes centros de venta como la feria de La Salada. “En muchos casos, los proveedores empezaron a mandar productos a los minoristas, que abonaron por transferencia bancaria. De esa manera, entraron en el sistema”, cuenta. Y destaca que al sumarle el pago de impuestos, este tipo de prendas también sufrió incrementos del 60% o más.

“A esto se suma que hubo fábricas cerradas durante muchos meses y cuando hay poco stock el precio tiende a subir”, agrega.

Para Drescher no ocurrió lo mismo con las marcas nacionales que hasta tuvieron que recurrir a descuentos. “Si no, no se vendía nada”, comenta.

Dice que parte de la clase media apuesta a opciones premium aunque, en este contexto, elige hacerlo en cuotas. “El 60% de las compras por el Día de la Madre se hizo con Ahora 12”, precisa Drescher. Y remarca que “en lugar de dólares, compran ropa”.

Por último, explica que son varios los ítems que derivan en el valor final del producto. “Entre materia prima y mano de obra se va un 30% del total. Luego, hay que agregarle un 28% de impuestos, entre IVA, impuesto al cheque, ingresos brutos y otras retenciones”, enumera.

El precio de las prendas que vemos en las vidrieras de los shoppings está compuesto, además, por el costo de ocupación, que incluye el alquiler del local y los gastos fijos por los servicios. Se destina en ese punto entre el 15% y el 20%. En empleados y logística gastan entre un 5% y un 10% más. El costo financiero es del 13%. La ganancia, según Drescher, es del 4%.

Pedro Bergaglio, que es tesorero de la fundación Pro Tejer y presidente de la Cámara Argentina del Sweater, coincide en que “lo que más aumentó fue la mercadería importada”. Y afirma que en su rubro no hubo subas del 57%.

“El incremento general no superó el 38% o 40%. Hay excepciones en algunos productos que dependen de determinados insumos”, detalla Bergaglio y aclara que se refiere al valor de la prenda sin los adicionales que puedan incluir los minoristas: “Soy fabricante y me hago cargo del precio hasta ese eslabón de la cadena”.

Sobre las marcas premium, sostiene que pueden poner un precio alto pero que “hasta que no entre un cliente y lo compre esa prenda vale cero”. “La gente busca diferenciarse a través de la marca. Creo que hay público para todo, incluso en contextos difíciles”, suma Bergaglio.

Adidas reorganiza su negocio en Argentina tras el golpe del Covid-19

Fuente: Ambito ~ Podría cerrar locales para concentrarse en la venta online. Lanzó un retiro voluntario. Y unificaría estructuras con su marca Reebok.

Adidas Argentina puso en marcha un plan para “readecuar” sus operaciones en el país, en función de que el mercado de indumentaria deportiva se achicó por la pandemia.

El plan además está alineado con la estrategia global de la marca de las tres tiras, definida en Alemania.

Según la información que trascendió en las últimas horas, la reorganización apunta a optimizar el uso de los recursos en el ámbito doméstico. Para eso, entre otras medidas, se instrumentaría un retiro voluntario para reducir a la mitad su plantilla (cuenta actualmente más de 600 empleados), se revisará la viabilidad de los locales propios (algunos podrían cerrar) y se dará impulso a los canales de venta online.

Esto también incluye la absorción de su subsidiaria Reebok (marca que Adidas compró en 2006 por u$s3.500 millones) para evitar la duplicación de estructuras de ventas, administración y logística.

Esta última medida coincide con lo que la multinacional está haciendo en el resto del mundo y que podría derivar en la venta de Reebok, según la información que acompañó la publicación de los últimos resultados globales cerrados al 30 de septiembre. En el tercer trimestre la caída interanual de ventas fue de “apenas” 7%. Esto redundó también en el resurgimiento de sus ganancias por u$s646 millones, que igual siguen 15,5% por debajo del mismo trimestre del año pasado.

Ahora, más del 90% de las tiendas propias de la compañía en el mundo estuvieron abiertas en el tercer trimestre.

Igual, en el acumulado de nueve meses, registró una caída de 84,4% en sus ganancias en comparación con los primeros nueve meses de 2019.

Respecto de la receta aplicada para moderar las pérdidas, “Adidas, que quiere desprenderse de la marca estadounidense Reebok, ha reducido inventarios en más de 500 millones de euros, ha incrementado las ventas por comercio electrónico y ha mantenido controlados los costos”, según informó la agencia EFE.

En cuanto a la producción en Argentina, el plan maestro mantiene la estructura mixta, entre importaciones y la fabricación nacional a partir de proveedores locales.

Adidas no logró quedar al margen de la crisis que vino afectando a todo el sector de indumentaria y calzado desde 2018 y que se agravó con la cuarentena. Su principal competidor global, Nike, ya deshizo sus inversiones en el país y dejó la marca en manos de un distribuidor.

Desde fuentes allegadas a la empresa destacan que su situación no es la misma que la de Nike. Y remarcan, entre otras cosas, que continuarán vistiendo a los dos principales clubes de fútbol del país (Boca y River) y a la Selección Argentina.

El consumo de indumentaria deportiva se fue volcando por la pandemia hacia las plataformas multimarca, aseguran los expertos del sector.

Casi se cuadruplicó la cantidad de locales comerciales disponibles

Fuente: Clarín ~ El impacto de una economía que se paralizó durante tantos meses por la pandemia tiene su cara más notoria en las calles porteñas. La cantidad de locales comerciales en venta y en alquiler viene en franco aumento desde que comenzó la cuarentena. El alza fue del 263%, según un relevamiento realizado  por la Cámara Argentina de Comercio (CAC). 

La entidad hizo un recuento de los inmuebles disponibles en venta y alquiler, durante el mes de octubre y los comparó con la cantidad de inmuebles que habia disponibles antes de que se implementara el aislamiento obligatorio. El número de locales ofrecidos en las principales áreas comerciales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires pasó -gradualmente- de 114 a 414 en las áreas relevadas.

Si la comparación se hace respecto de la medición anterior, correspondiente a agosto, el número de locales aptos para ser utilizados se incrementó un 10%, ya que entonces los locales ofrecidos eran 376.

La medición de la Cámara —que se realiza desde 2014— incluyó a las principales arterias comerciales porteñas. Asi, en la comparación entre los meses de agosto y septiembre, se registraron alzas en la peatonal Florida y en las avenidas Pueyrredón (0–1200); Cabildo (0–1800); y Corrientes (200-6800). Por el contrario, mostraron bajas en las avenidas Córdoba (4000-5300) y Rivadavia (2000-2800; 4900-5400; 6300-7400; 11000-11600). Por último, la avenida Santa Fe (700–5300), se mantuvo constante.

Desde la entidad remarcaron que el relevamiento sólo incluye los locales ofrecidos, dado que los que están simplemente cerrados (relevamiento habitual hecho por la CAC) no pudieron cotejarse debido a la imposibilidad de salir a la calle. “Por tanto, el relevamiento actual se hizo de manera online, con aquellos locales que están en alquiler o venta y han sido ofrecidos de manera digital”, señaló la entidad.

Claudio Vodanovich, secretario general de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA), explica que, como consecuencia de la pandemia, hubo un cierre de locales comerciales, de aproximadamente el 40%. Es especial,de unidades que estaban en alquiler. “Esas reaperturas están más complicadas”, señaló.

“Por eso, hasta hace poco la demanda se mantenía baja y hubo una caída en los precios de entre 30% y 40%. Pero, a medida que se fue flexibilizando la cuarentena, empezaron a ser más demandados, en especial, aprovechando las bajas en los precios”, explicó.

Según este referente del sector, los locales ubicados en las zonas más premium de la Ciudad están generalmente, en el mercado de alquileres y son los que están empezando a ser más buscados. Acerca de la situación en otras provincias del país, el directivo explicó que la misma situación experimentan los inmuebles comerciales ubicados en las grandes urbes, como Córdoba, Mendoza, La Plata o Rosario, entre muchas otras.

En Santa Fe, se detectaron unos 1371 locales desocupados en las principales avenidas y calles de la ciudad según el Centro Comercial de Santa Fe. Esto implica un incremento de casi el 30% respecto de abril. En Mar del Plata, un sondeo hecho por la Unión del Comercio, la Industria y la Producción de esa ciudad, mostró que cerraron 270 locales durante la pandemia. 

Una pareja sin ingresos suficientes creó un negocio con cordones y 600 puntos de venta en el mundo

Fuente: La Nación ~ Desde que el calzado es calzado que los cordones representan una parte vital de los pies, aunque no del todo valorada como es debido. Primero, porque casi nadie los ve como una tecnología -primitiva, pero tecnología al fin- que permite ajustar el zapato o la zapatilla al pie, para que no se mueva ni se salga. Y segundo, porque muchos imaginaron un futuro en el que se pudiera prescindir de ellos; o mejor dicho, con cordones autoajustables, como los de esa fantasía llamada “Volver al Futuro”. Para mucha gente atarse los cordones es una molestia, y es una molestia cuando se desatan; y ni que hablar cuando hay que enseñarle a un niño o niña a anudar sus zapatillas. Los cordones, es evidente, no tienen buena prensa. Pero aún así, Daniela y Emanuel no se imaginan qué sería de su vida sin ellos.

“La cordonería” es el nombre del emprendimiento paralelo que ambos transformaron en ocupación full time. Emanuel Calvito tenía unas Nike Air Force 1 detonadas a las que ya les había cambiado la suela, y la única forma de imprimirles algo de vitalidad era con cordones nuevos. Pero el detalle, es que no había buenos cordones, y todo se limitaba a la pequeña oferta que se suele encontrar en esos pequeños negocios de compostura de calzado o en los supermercados. Blancos, negros, y no mucho más. Y Emanuel, que tenía algo de roce con el sector de los avíos textiles (todo eso que incluye una prenda salvo la tela, como por ejemplo cierres, botones y elásticos) pensó que no estaría mal vender cordones distintos, de buena calidad, de colores y con la onda suficiente como para revitalizar una zapatilla.

Crisis que generan ideas

Casi siempre las ideas surgen en las crisis, y la crisis de Emanuel y de Daniela Migueleto -la otra protagonista de esta historia- fue en plena luna de miel. Una demora en el cruce del Cristo Redentor no les iba a permitir llegar a tiempo para volver a trabajar. “Estoy varado, no puedo volver, dame un día más”, pidió Emanuel, pero no. Y renunció. Ya de vuelta, se dieron cuenta de que no se puede vivir del amor. “Llegamos y nos encontramos con que nos faltaba un sueldo completo. Y que había que pagar alquiler, las expensas y vivir”, dice Daniela, que hasta ese momento trabajaba como recepcionista en una empresa. Y entonces, cuando lo que más faltaba además de dinero era tiempo, Daniela y Emanuel se pusieron a fabricar cordones.

Un simple click en Instagram en el hashtag #sneakers (zapatillas en inglés) devuelve una búsqueda de 41 millones de publicaciones. Y cuando La cordonería empezó a mostrar ahí su producto la exposición fue instantánea. “Y como él ya tenía la experiencia de vender avíos, empezamos con la idea de vender al por mayor, es decir, a los fabricantes, pero eso que teníamos le empezó a gustar a los chicos, y el público cambió”, dice Daniela. “Subíamos una foto a Instagram y mostrábamos una zapatilla con otros cordones y los chicos se prendían. Ellos nos pidieron”, cuentan.

La mecánica del éxito

La mecánica era simple: después de las 19, cuando ellos volvían del trabajo, los clientes pasaban por su casa a retirar sus cordones, prolijamente envueltos en un folio de nylon. Pero un día, sin folios y con un comprador esperando en la vereda, Emanuel metió los cordones en un tubo golosinero que les habían dado en el candybar de un cumpleaños infantil. Y al cliente le encantó. Un claro ejemplo de que el packaging es tan importante como el producto a la hora de generar identidad. “Ahí supimos que teníamos que vender los cordones en esos tubos”, dice Emanuel.

En junio de 2019 la primera compra en el Once fue de diez tubos. La segunda, de cien, para ganarle a la inflación. Hoy reciben envíos de diez mil tubos preforma (así se llaman), que de alguna manera meten en su departamento y base de operaciones.

“La evolución fue muy rápida”, dice Daniela. “Cuando empezamos a vender y los venían a buscar a la puerta del edificio, vendíamos dos por semana, cinco en una buena”. Y mientras la gente empezaba a consultarles más y más, ellos seguían perdiéndose ventas porque tenían que estar en sus trabajos. Por eso empezaron a dejarlos en consignación en locales, para no perder ventas. Pero como la presentación era tan importante, tenían que buscar un exhibidor. Y fueron otra vez a caminar por Once en la búsqueda de algo que se adaptara a lo que ellos querían mostrar. Los llevaron a su departamento -el mismo lugar en donde hoy descargan los diez mil tubos- y los pintaron con aerosol en el balcón.

Cada sábado, el día en el que no trabajaban, el Tren Sarmiento los guiaba en su recorrido: Moreno, Paso del Rey, Merlo, Castelar, Morón, Ramos Mejía, Ciudadela, Liniers, Floresta, Flores y Caballito. “Teníamos suerte de que los locales quedaban cerca de las estaciones”, dicen. Siempre con la bolsa con los tubos cordoneros para reponer cada exhibidor. “Cada vez que llegábamos y veíamos que habían vendido todo pensábamos ‘guau, eso es mucho para nosotros’”, dice Emanuel.

El cordón es de fabricación nacional y con insumos nacionales, salvo por un material reflectivo que no se produce en el país. Todo -desde el diseño hasta la producción, envasado y distribución- es propio. “Decimos que La cordonería es como una familia porque todos colaboran, todos escuchan y todos opinan”, dice Daniela. “Aprendimos a que los cordones tienen un alma que va oculta en el centro, que es lo que hace que no se desaten, pero que algunos cordones planos es mejor que no lo tengan, que el acetato de las puntas tenía que ser más fuerte y que en los colores la gente tiene voz y voto”.

Ellos sabían que el producto era bueno, y parece que la competencia también. Un día otra marca salió a vender lo mismo, en el mismo packaging. “Es como cuando te copiaban la tarea y le cambiaban el nombre”, dice Emanuel. “Me llamaron para contarme lo que había pasado, y durante los primeros cuatro minutos sentí impotencia, pero después fue pura satisfacción. Eso demostraba que estábamos haciendo las cosas bien. Eran cuatro marcas grandes asociadas para competir con nosotros dos, y lo cierto es que la gente nos siguió eligiendo”, dicen. “No me parece mal que otros se pongan a fabricar cordones o que hagan lo que hacemos, porque le están dando un poco más de vida a nuestra idea”, agrega Emanuel.

El objetivo inicial -tener un proyecto en común, poder pasar más tiempo juntos, tener un ingreso extra- se cumplió con creces cuando ambos pudieron dejar sus trabajos y dedicarse de lleno a trabajar en su negocio. De pasar las noches enteras llenando tubos, pegando etiquetas y armando pedidos pasaron a ocuparse de todo en horarios más normales. “Nos empezaron a pedir producto en el interior, y con lo que cobrábamos de Rosario o Mendoza podíamos comprar más tubos, más hilo y fabricar en más colores”, dice Daniela. Y el crecimiento fue exponencial. Hoy, en plena pandemia, La cordonería también tiene una línea de ropa. “Nos pedían más, aparecieron las cadenas más grandes, los chicos compartían fotos, se acercó más gente”. De vender en 12 locales pasaron a 100 y después a 300. Hoy tienen casi 600 puntos de venta en la Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia y España.

¿Y sabían hacer todo eso que estaban haciendo?

No. No estudiamos ni nos capacitamos en esto. Ni redes, ni marketing ni comercialización. Aprendimos haciendo y siendo reales. Y trabajando mucho.

¿Y qué aprendieron?

Que hay mucha gente que maneja buenos principios y valores. Que si nos ayudamos entre todos podemos salir adelante en muchos aspectos. A trabajar en equipo. A que si querés algo y le ponés todo lo que tenés, en algún momento va a llegar. Ver que la gente usa esos cordones que quizás entubamos en alguna madrugada, y los mensajes que nos mandan contentos con lo que hacemos…nos hace entender que el mejor marketing son nuestros clientes felices.

Celulares, calzado y herramientas, los productos más vendidos en el primer día del CyberMonday

Fuente: Telam ~ Un promedio de 24 celulares, 12 pares de calzado y 10 herramientas de trabajo se vendieron por minuto en una de las plataformas de comercio electrónico que participa del evento de tres días de descuentos, CiberMonday, que comenzó hoy y finalizará en la medianoche del miércoles.

Un relevamiento realizado por Télam arrojó que se verificaron más navegantes por los sitios que en la edición 2019, pero por debajo del tráfico verificado en el primer día del Hot Sale, cuando las restricciones de movimiento de los potenciales consumidores eran mayores, esencialmente en el Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA) a causa de las medidas de aislamiento.

Desde la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), organizadora del evento, indicaron que en el primer día alrededor de un millón de personas navegaron por el sitio web oficial.

De ese total, el 22% de tiene entre 24 y 34 años de edad; un 18% entre 35 y 45 años; y el 13% entre 45 y 54 años.

En tanto, el 21% de los navegantes declararon una edad de entre 55 y 64 años y el 17% restante más de 65 años.

La CACE destacó el crecimiento de este grupo etario en esta edición, ya que en eventos anteriores era sensiblemente menor.

“Esta nueva edición de CyberMonday, dada en un contexto de nueva normalidad, deja entrever que el eCommerce no solo es una tendencia sino que es una modalidad que los consumidores ya adoptaron y eso lo vemos reflejado en los comportamientos de los usuarios que vuelven a elegir la compra online o eligen por primera vez vivir la experiencia y aprovechar las ofertas y posibilidades de financiación», dijo el director Institucional de la CACE, Gustavo Sambucetti,

Los organizadores registraron sitios con hasta 80% de crecimiento en usuarios concurrentes en la primera hora.
Según los datos de Mercado Libre, durante la primera jornada del Cybermonday 2020 se vendieron por minuto 24 celulares, 12 pares de calzado y 10 herramientas.

Las ventas de neumáticos se ubicaron en el cuarto lugar del ranking, con 8 unidades por minuto, seguido por los televisores -5 aparatos por minuto-, juguetes y colchones -tres por minuto- y notebook y aire acondicionado -con un promedio de una unidad por minuto-..

«Se registró un crecimiento en ítem vendidos del 117% vs Cyber Monday 2019» así como «un pico de usuarios de 270.000 personas navegando en simultáneo y más de 6 millones de sesiones acumuladas», detalló Mercado Libre en un comunicado.

Entre las categorías más vendidas en el primer tramo de la jornada figuraron artículos para el “Hogar, Muebles y Jardín”, “Belleza y Cuidado Personal”, “Celulares y Teléfonos”, “Ropa y Accesorios” y “Herramientas y Construcción”.

Otra plataforma, Tienda Nube, indicó a Télam que cumplidas las primeras 18 horas del evento, se comercializaron 176.000 productos, a un ritmo promedio de 160 por minuto, con dos picos marcados: en la primera hora del Cybermonday con 200 artículos por minuto y entre las 11 y las 13, con más de 10.700 transacciones.

Tienda Nube subrayó que el 32% de las ventas concretadas incluyeron el envío gratis de los productos, un elemento que junto a las promociones fueron identificados por los analistas como los factores que empujaron la decisión de compra.

Con horario de corte a las 18, la facturación en Tienda Nube por las operaciones dentro del Cybermonday sumaron $281.329.513, con un ticket promedio por $4.770 y un total de 58.973 transacciones concretadas.

El 58,9% de las operaciones se realizaron desde teléfonos móviles, 40% desde notebooks o computadoras de escritorio y el 1% desde tablets.

En este caso, el rubro Indumentaria representó el 54,6% de las ventas, con un ticket promedio de $4.587, y la categoría Casa y Jardín explicó el 8,2% de las operaciones con un ticket de $8,201 promedio, entre otros rubros.

«Vemos muy buenos resultados en este primer día, de la mano de las acciones especiales y con buenos descuentos que prepararon las marcas», indicó el gerente de operaciones de la agencia digital Summa Solutions, Esteban Savignone, en declaraciones a Télam.

Analistas de mercado consultados por Télam dijeron que se espera una fuerte utilización de los pagos en cuotas sin interés, un tipo de operación sobre la que aún no se dieron precisiones.

Hogar, herramientas y construcción es uno de los segmentos que se posicionó especialmente durante la pandemia y que en el primer día de cybermonday creció 50% respecto a los números del Hot Sale que se realizó en el último tramo del primer semestre del año.

En el mismo rubro de la construcción desde el marketplace CAPP, indicaron que «los consumidores han aprovechado sobre todo las ofertas y promociones especiales para materiales de terminaciones tales como pisos, griferias, etc. segmentos donde hay muy buenas oportunidades».

Por último, el rubro viajes mantuvo el comportamiento habitual del primer día de cibermonday, según indicaron a Télam diferentes empresas del sector, que confían en obtener mejores ventas al cierre del evento.

Textil y calzado: la inversión más grande en 10 años

Así lo confirmaron empresarios del sector durante una reunión con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas y representantes de los trabajadores.

Empresarios de la cadena de valor textil, indumentaria y calzado ratificaron este jueves proyectos de inversión por US$ 350 millones para lo que resta de 2020 y 2021, durante una reunión con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas y representantes de los trabajadores, como parte del Acuerdo Económico y Social.

Durante el encuentro se trabajó en la importancia de acceder a financiamiento para generar un mayor estímulo de la demanda y la generación de alternativas virtuales para la comercialización de los productos finales de la cadena de valor, se informó oficialmente.

También se analizó cómo potenciar el papel del Estado como demandante de los bienes producidos por la cadena y se conversó sobre la inserción internacional del sector, en un entorno mundial caracterizado por la creciente certificación de calidad de los productos.

Estas mesas de trabajo están orientadas a brindar soluciones en el corto plazo, y generar políticas de mediano y largo plazo para el desarrollo sostenido de estos sectores de alto componente de valor agregado local en su cadena de valor y de plataformas de exportación hacia el mundo.

“Es el momento para empezar a trabajar con propuestas de largo plazo para pensar el desarrollo de esta década. Este Acuerdo Económico y Social nos debe permitir construir, a partir del diálogo, los consensos necesarios, con el eje en la producción y el trabajo”, resaltó Kulfas.

Respecto del sector textil en particular, el ministro aseguró estar «convencido de que esta cadena tiene la capacidad de demostrar cuál es el objetivo: más producción y más trabajo».

Los participantes acordaron un nuevo encuentro para la semana próxima en el que se discutirán los ejes de la agenda de desarrollo y Kulfas convocó también a otros sectores a sumarse

para «generar un acuerdo amplio, ambicioso, que permita proyectar más inversiones, más puestos de trabajo, más producción».

Durante el encuentro, los empresarios ratificaron las inversiones previstas para el período 2020-2021 por un total de US$ 350 millones, de los cuales U$S 100 millones corresponden a 2020 y 250 millones para el 2021.

«Esta inversión supera ampliamente las realizadas en los últimos años, ya que sumaron US$ 64 millones en 2019, US$ 130 millones en 2018, US$ 150 millones en 2017 e incluso la realizada en 2011 de US$ 200 millones, lo que representa la más alta para el sector en los últimos diez años», se explicó desde la cartera productiva.

“Es el momento para empezar a trabajar con propuestas de largo plazo para pensar el desarrollo de esta década. Este Acuerdo Económico y Social nos debe permitir construir, a partir del diálogo, los consensos necesarios, con el eje en la producción y el trabajo”Matías Kulfas

Kulfas estuvo acompañado por los secretarios de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial Externa, Ariel Schale; de Trabajo, Marcelo Bellotti y de Política Económica, Haroldo Montagu.

Por el sector privado participaron Javier Chornik, de la Federación Industrial Textil de Argentina (FITA); Luciano Galfione, de la Fundación Protejer; Claudio Drescher, de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI) y Fernando De Vito, de la Cámara del Calzado.

También fueron de la partida José Minaberrigaray, del Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines; Luis Bellido, del Sindicato Obrero de la Industria del Vestido y Afines; Hugo Benítez, de la Asociación Obrera Textil; Walter Albornoz, de Sindicato del Calzado y Patricio Lewich, del Sindicato de Cortadores.

“Estas cadenas tienen instrumentos para exportar más e insertarnos en el mundo, y también para generar dólares de manera genuina, necesarios a la hora de pensar en estimular las exportaciones”, analizó el secretario de Industria.

Schale destacó que “no hay en la industria nacional actividad que tenga la capacidad de multiplicación del valor productivo como es esta cadena textil, indumentaria y calzado”.

En este sentido, el secretario Bellotti sostuvo que existe «una riqueza de iniciativa que tienen los trabajadores y empresarios para generar desarrollo que permite poder transitar este momento y ver en el corto tiempo una recuperación sostenida de la economía con empleo formal registrado».

«La cadena textil, indumentaria y calzado genera mucho empleo y consumo, y nuestra preocupación desde el Ministerio de Trabajo es generar no solo empleo sino ingresos de calidad”, afirmó el secretario de la cartera laboral.

A su turno, el secretario Montagú expresó que desde el Ministerio de Economía se plantean cinco ejes vinculados a estabilidad, soberanía, inclusión, dinamismo y federalismo, a los cuales el sector aporte en todos.